La Ciudad Prohibida abre sus rincones más secretos

15.05.2012 15:52

*Son las residencias donde emperatrices y concubinas hacían rituales
religiosos.*

Durante cinco siglos fue la zona más restringida de la Ciudad Prohibida.
Secretos, rituales religiosos y hasta crímenes que silenciaron los muros
infranqueables del antiguo Palacio Real de Beijing tenían lugar allí, en
las cuatro residencias reservadas para las emperatrices y concubinas de las
dinastías chinas. Eran un espacio vedado: los emperadores casi no lo
frecuentaban y el resto de los mortales ni siquiera soñaba con acceder.
Pisar estas residencias estaba penado con la muerte.

El misterioso velo que envuelve a estas antiguas estancias ahora se correrá
para los 14 millones de turistas que cada año visitan la Ciudad Prohibida
de Beijing, donde vivieron 24 emperadores hasta que en 1925 *fue expulsado
el último, Pu Yi*. Las habitaciones son abiertas al público como parte de
la política “aperturista” del nuevo curador del palacio-museo imperial,
Shan Jixiang. Fueron restauradas durante los últimos cinco años y se
encuentran al este de los principales recintos del palacio, en el eje
central.

Allí las emperatrices y concubinas del emperador residían y llevaban a cabo
rituales religiosos, especialmente durante la dinastía Qing (*1644-1911* ).
La construcción más espectacular es Huang Ji Dian, o “Salón de las Normas
del Gobierno”, levantada en 1689 y presidida por un enorme trono dorado
flanqueado por dos figuras de elefantes. Allí, la emperatriz viuda Cixi,
una de las figuras clave en el ocaso de la época imperial, celebró su 70°
cumpleaños en 1905.

Al norte de este edificio está el Palacio de la Longevidad Feliz (Le Shou
Tang), construido en 1776 y en el que residió también Cixi, quien reinó “en
la sombra” por casi medio siglo cuando China sufrió las Guerras del Opio y
el asedio de las potencias europeas. Toda la curiosidad de los turistas
recae sobre el pozo de agua del jardín. Allí murió ahogada la concubina
Zhen. Dice la leyenda que era la favorita del emperador y que Cixi ordenó
asesinarla por celos: no quería que le hiciera sombra.

Con la apertura de estas estancias, las dos terceras partes del palacio ya
son de acceso público. Las habitaciones aún cerradas son almacenes, lugares
de estudio de los investigadores de la China imperial o zonas aún no
restauradas por el museo, que encara un delicado y largo proceso de
renovación. Terminar de develar al público los misterios que allí se
esconden les llevará, al menos, otras dos décadas.

Fuente:
https://www.clarin. com/sociedad/ Ciudad-Prohibida -abre-rincones- secretos_ 0_700130044. html